Un asesor empresarial, es diferente a un cofundador o inversor. No están buscando una parte del negocio y, por lo general, están interesados en un puesto de mentoría en el que puedan brindarte consejos y, a veces, asumir parte del trabajo por ti. Por lo general, los asesores de empresa tienen un puesto remunerado.
Determina la profundidad de tu papel
Antes de contratar a un asesor empresarial, considera qué tan práctico quieres que sea en tu negocio. Puede asumir un papel muy activo en las operaciones diarias. Sin embargo, he visto a algunos asesores brindar asesoramiento y orientación más allá. Al igual que cuando tienes inversores que quieren involucrarse y tomar decisiones, es importante conocer de antemano su nivel de comodidad sobre el papel que desempeñarán.
El asesor, también querrá saber cuánta participación deseas de ellos antes de comenzar. Esto alineará las expectativas y minimizará cualquier conflicto en el futuro. Tener un acuerdo, sobre la función del asesor empresarial, también le permitirá seguir adelante con lo que necesita hacer por ti.
Cuando hayas definido ese rol, el asesor de negocios puede encargarse de desarrolar ciertos objetivos, emprendiendo aquellas tareas y proyectos en los que tiene más fuerza y conocimiento que tu.
Asesores de empresa que comprendan tu industria
Al trabajar con un consultor o asesor de empresa que conozca tu sector, podrá brindarte asesoramiento detallado sobre tu mercado, oferta de productos o servicios, o factores críticos como el entorno regulatorio o las tendencias clave. Cuando tienes un asesor que comprende lo que está tratando de hacer con tu producto o servicio, su consejo es mucho más relevante para tus necesidades.
Han visto los problemas que enfrentas actualmente o tienen un conocimiento práctico de lo que busca tu público objetivo o lo que la competencia no ha logrado. Este nivel de inteligencia, puede ayudarte a atajar tu camino hacia el mercado al ahorrar tiempo y dinero en algunas de las investigaciones que te habrás involucrado. Incluso puede revelar información, que de otro modo no habrías descubierto.
Para la puesta en marcha de una empresa, necesitamos información y consejos de como debe funcionar dependiendo del sector, por ello no esta de más contratar unos asesores de empresas especialistas en ese tipo de trabajo.
Identificar y administrar un cambio
Tener un asesor empresarial, es esencialmente otro par de ojos que a menudo pueden ver lo que un propietario no puede. Es posible, que hayas mirado tu plan de negocios tantas veces, que ya no veas nada que debas cambiar. Sin embargo, un asesor empresarial ha estado mirando desde afuera y tiende a detectar la necesidad de un cambio, en la dirección de tu empresa. Más allá de sólo darte una verificación de la realidad, puede ayudarte a supervisar ese cambio dramático.
Supervisar movimientos estratégicos importantes como adquisiciones
Cuando te encuentras en un lugar, en el que tu y tu asesor veis la oportunidad de realizar un movimiento estratégico importante, la ayuda de alguien que ha realizado adquisiciones, vendido y abandonado negocios y liderado fusiones, es invaluable. Hacer posible un juego estratégico de este tipo, requiere una reflexión y una planificación considerable, que quizás nunca hayas hecho, especialmente si administrar un negocio es nuevo para ti, y mucho menos asumir otro.
Te recomendamos los asesores de empresas apfconsultores.es que pueden ofrecer tipos de acuerdos y la debida diligencia necesarios para que una adquisición funcione. Se puede trabajar, para adquirir otra empresa interesante para la tuya. Pueden preparar parte de la negociación y los documentos que necesitarías para avanzar en la negociación y proporcionar los conocimientos del asesor, sobre cómo integrar esta empresa.
Ayuda a los asesores de empresa
Si bien hay muchas formas de aprovechar el papel de un asesor empresarial, tú desempeñas un papel importante, para garantizar que pueda ofrecerte lo mejor durante su tiempo con tu empresa. Esto significa organizarse, tener la información y las finanzas preparadas y una comunicación regular sobre lo que estás haciendo y cualquier problema que surja en el camino. Debes ser lo más receptivo, directo y transparente posible para que el asesoramiento y la dirección que recibas brinden la ventaja competitiva que deseas.
